UN MENSAJE DE NUESTRA DIRECTORA
UN MENSAJE DE NUESTRA DIRECTORA
Este año, AIDA celebró su 25 aniversario. Nuestro equipo y nuestro trabajo por la protección del derecho a un ambiente sano en América Latina han crecido exponencialmente. Nuestra directora ejecutiva, Gladys Martínez de Lemos, cierra la agenda de festejos con una reflexión acerca de los logros alcanzados en estos 25 años y de nuestra visión para las próximas décadas.
2023: AIDA EN CIFRAS
Avanzamos en la protección legal de comunidades, ecosistemas y del clima en 12 países de América Latina.
Apoyamos y participamos en 33 alianzas integradas por más de 1.000 organizaciones en todo el mundo.
Aportamos a la protección de derechos de 52 comunidades indígenas originarias, tradicionales, campesinas, pescadoras, urbanas y rurales.
Incidimos ante 26 tratados, convenios, organismos internacionales, mecanismos de rendición de cuentas e instituciones financieras internacionales.
Participamos y apoyamos 27 litigios ante tribunales locales y superiores en países de la región, así como ante tribunales internacionales.
Contribuimos directamente a proteger, preservar y restaurar 25 ecosistemas clave a lo largo del continente.
25 AÑOS EN DEFENSA DE UN AMBIENTE SANO
AVANCES DE ESTE AÑO
LOGRANDO UNA VICTORIA PARA EL CLIMA
Anamaria Mejia / Shutter Stock
Las causas e impactos del cambio climático trascienden fronteras.
Es el caso del carbón. De las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles, el 44% viene del uso de carbón.
Sin importar donde ocurra, la quema del mineral para la generación de energía es una de las fuentes principales de la crisis climática global.
Pero la quema no es una actividad aislada, sino el eslabón de una cadena que se origina, por ejemplo, en Colombia, el quinto exportador mundial de carbón térmico y el mayor de América Latina.
José David Castilla / AIDA
En este país, los aportes de la minería de carbón a la economía nacional han encubierto las afectaciones del sector a ecosistemas y poblaciones enteras.
También al amparo de las regalías mineras, el gobierno colombiano ha evitado por años incluir los impactos de la cadena del carbón en su política climática y en sus compromisos climáticos internacionales.
Para llenar estos vacíos, AIDA y el Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo —como parte de una coalición grande y diversa— lideraron un litigio dirigido a que el gobierno, en cumplimiento de leyes existentes, incorpore los impactos del carbón en sus acciones climáticas.
Jennifer Moore
“Frente al rol del carbón en la crisis climática, las metas de cualquier país —y más aun de uno en el cual este sector es predominante— deben incluir la identificación, prevención y gestión de los impactos que tienen en el clima la extracción, transporte y quema de carbón”, explica Rosa Peña, abogada de AIDA.
Como respuesta al litigio, el Consejo de Estado —un alto tribunal— ordenó al gobierno adoptar medidas concretas de mitigación y adaptación a la crisis climática en Colombia.
Además, este litigio es significativo por ser uno de los primeros en los que se logra evidenciar la falta histórica de un Estado en el cumplimiento de sus obligaciones en la lucha mundial contra la crisis climática. Puede convertirse en un precedente de litigio climático estratégico y exitoso a nivel regional y mundial.
PROTEGIENDO LA MITAD DEL PLANETA
Juanma Clemente Alloza /Unsplash
Tras casi 20 años de negociaciones y más de cinco años desde que se formalizara el proceso, el mundo tiene hoy un tratado para preservar la biodiversidad de alta mar.
Esta zona, ubicada fuera de las jurisdicciones nacionales, cubre casi la mitad del planeta y dos terceras partes del océano.
Pese a ser nuestro mayor aliado —al ser fuente de alimento y oxígeno, regular el clima, amortiguar los impactos de la crisis climática y sostener los modos de vida de comunidades dedicadas a la pesca y al turismo— solo el 1,2% de alta mar tiene protección internacional.
Tracey Jennings / Ocean Image Bank
Esto cambió el 4 de marzo de 2023, cuando los gobiernos acordaron, en la sede de Naciones Unidas, el texto del innovador tratado de alta mar, que fue adoptado formalmente el 19 de junio y que representa una oportunidad fundamental para incrementar la protección y el uso sostenible del océano.
“El acuerdo marca una ruta para establecer áreas de gran y efectiva protección en alta mar, así como para la evaluación ambiental de proyectos y actividades que puedan dañar esa vasta zona”, dice Gladys Martínez de Lemos, directora ejecutiva de AIDA, quien por años participó en las rondas de negociaciones del tratado, incluyendo la última.
Gregory Piper/ Ocean Image Bank
Como parte de la Alianza de Alta Mar (High Seas Alliance), AIDA colideró por más de ocho años la contribución de la sociedad civil de América Latina para lograr un acuerdo sólido.
Ante la crisis climática y de pérdida de biodiversidad, el tratado de alta mar llega en un momento clave para la protección del océano.
Para que entre en vigor, el acuerdo debe ser ratificado por 60 países, algo que la comunidad mundial espera que pase en 2025.
Los organismos internacionales han creado una coyuntura única para cambiar el destino del océano. Ahora es tiempo de asegurar que los países latinoamericanos adopten e implementen el tratado de alta mar ayudando a mantener un océano sano y resiliente.
NUESTRA VISIÓN DE FUTURO
América Latina es clave para la protección de la biodiversidad y la lucha contra la crisis climática a nivel mundial. Sus bosques, humedales y ecosistemas marinos están entre los sumideros de carbono más importantes del planeta, un servicio debilitado por actividades como la explotación y uso de combustibles fósiles.
Vislumbramos una región donde el ambiente y las comunidades, especialmente las que están en situación de alta vulnerabilidad, cuenten con protecciones duraderas. Para lograrlo, seleccionamos casos que sienten precedentes y que resulten en herramientas y estrategias nuevas, posibles de replicar y que sumen a la protección del ambiente sano en la región.
En los próximos años, continuaremos con nuestra búsqueda de justicia ambiental y climática mediante dos iniciativas interconectadas, cada una con ejes de trabajo definidos y vinculados entre sí.
- •Evitar la dependencia del petróleo y el gas.
- •Detener la extracción y el uso del carbón.
- •Promover energías renovables y sostenibles.
- •Abogar por un financiamiento y gobernanza climáticos basados en derechos humanos.
- •Proteger el océano, desde las costas hasta alta mar.
- •Preservar las fuentes de aguas dulce y los territorios tradicionales
- •Defender la cultura y los medios de vida tradicionales.
- •Mejorar la calidad del aire.